Algunos entusiastas de la “vida virtual” creemos que la misma es la “salvación” de muchas cosas que, de ser tocadas por el turismo (manque sea ecológico, cultural, sostenible… o lo que se le quiera llamar) terminarían malamente. Pienso en cuevas de ambiente fragilísimo, en bosque tropicales y en otras cosas.
Pienso también en aviones cargaditos de combustible, en autobuses con visitantes y en servicios indispensables.¿Usté no?
Así que… a virtual-turistear, hermanos. Ya va siendo hora.