
Como una nunca se dedicó a la Historia Antigua y desconoce mucho de la civilización romana (y de toda su mitología), se ha sorprendido mucho de esta entrada en el blog de Juanma Palomino, El Historicón, que relata una leyenda-pseudohistórica recogida por Tito Livio. La leyenda, como tiene que ser, sirve para racionalizar un ritual preexistente… pero vamos… ¿cuánto de preexistente?
¿Es posible que los escribas de TBC I desconocieran la obra de Tito Livio? ¿Hay un motivo IE (indoeuropeo) en el tema, lo que sería más, ¿sugestivo, gracioso? ¿Es posible que los detalles -como el tronco de árbol que sirve como “yugo sacrificial”- sean solo semejantes por herencia y no copiados/adaptados? Huy, huy…
Lo primero que me ha venido a la cabeza es el engorroso capítulo del Táin denominado “La Llegada de las Tropas” y su no menos enrevesado episodio “Las Triadas de los Hombres de Irlanda“… y como resultaba que en ese momento me estaba dedicando a hablar de fuentes del Táin, pues se abrió el grifo.
Nunca, nunca va a dejar ese asombroso relato Táin Bó Cúalnge de sorprenderme. Ni tampoco lo bueno que es andar en una red, que me permite colaboraciones y curioseaciones acá y allá.
¡Gracias, Historicón!