
Que el Pangur original te esté esperando en algún lado, donde los dos disfrutéis -eterno blanco y negro- de caza abundante y sol para dormir Siempre. Le encomiendo a Coemgen que te guíe.
Adios, sedoso Pangur.
Que el Pangur original te esté esperando en algún lado, donde los dos disfrutéis -eterno blanco y negro- de caza abundante y sol para dormir Siempre. Le encomiendo a Coemgen que te guíe.
Adios, sedoso Pangur.
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Un abrazo muy fuerte, Abadesa.
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Es lo propio de tener por compañerete a un gatuno: se escurren sin hacer ruido ni que los veas.
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