Acababan de confinarnos “perimetralmente” en el pueblo cuando cayó la gran nevada. ¡Qué gracia, oyes!
Ha sido tremenda en gran parte de España, así que no voy a decir más, pero en Aranjuez es rarísimo que nieve más de un día. Recuerdo la nevada de un solo día de 2009 porque la pasé haciendo el tonto y alguna foto por el Jardín del Príncipe. No las tengo ya, eran todas en papel… miraré archivos, por si aca.
En ésta, salí a la calle lo imprescindible para ir a cuidar a un cercano mayor de edad. Era una delicia la nieve blanda… hasta que dejó de serlo, a la tarde siguiente.
Anteayer pensé que había empezado a deshelarse y puse rumbo al supermercado de la esquina, para coger provisiones. Me llevé los bastones de nórdica con el regatón de vidia. Craso error: antes de llegar a la esquina ya había dado una “culá con cabezazo” en el hielo. Creo que uno de los bastones tuvo la culpa, pero bueh: el resultado es que aún me duelen las cervicales y tengo un chichón curioso en la coronilla.
Por todo lo demás, bien. Incluso trabajando más de lo que esperaba. Otro día contaré en qué, de momento… me voy a la cama, que ya funciona la calefacción.